La vida de Maria Antonieta fue bastantante intensa, y tanto su belleza como su posición, era Reina de Francia, la convirtieron en un icono de su tiempo. Hija del emperador austriaco Francisco I y de María Teresa, vivió una infancia rodeada de ternura y atenciones, teniendo a todo el país embelesado. No se interesó por los estudios, dirigiendo su atención a los juegos. Apenas aprendió a mal hablar francés y a tocar mediocremente el clavecín. Con 12 años fue elegida para matrimoniar con el duque de Berry y delfín Luis XVI y su madre se empeñó en hacer de ella una perfecta cortesana, asignando a la joven un preceptor eclesiástico y un peluquero. A los 14 años contrajo matrimonio -16 de mayo de 1770- y se convirtió en una de las damas más bellas de Europa, descrita como una joven " de exquisito rostro oval, un cutis entre el lirio y la rosa, unos ojos azules y vivos, (...) cuello largo y caminar de una joven diosa". Horace Walpole escribió "sólo había ojos para María Antonieta. Cuando está de pie o sentada, es la estatua de la belleza; cuando se mueve, es la gracia en persona. Se dice que, cuando danza, no guarda la medida; sin duda, la medida se equivoca". Según el diario del futuro Luis XVI en la noche de bodas no pasó nada. En los próximos siete años la pareja no tendrá descendencia y María Antonieta empezará a salir de incógnito por la noche, convirtiéndose en un símbolo de la licenciosa corte parisina. Fue presentada por la prensa clandestina como una mujer vendida a los intereses austriacos, poniendo el acento en su capacidad para derrochar y su facilidad para la burla. Su fama sería deteriorada aún más con el escándalo de un célebre collar, asunto en el que se implicó a la reina. Tras el estallido de la Revolución Francesa en 1789, los monarcas pensaron en huir del país. Sólo llegaron a Varennes donde fueron detenidos, siendo trasladados a París y encarcelados. Luis XVI fue ejecutado en enero de 1793 y María Antonieta trasladada a la Conciergerie hasta ser enjuiciada y condenada a muerte. El 16 de octubre será guillotinada y su cabeza exhibida ante el pueblo de París como un triunfo de la Revolución.
Eugenia Silva con un traje de novia de Victorio y Lucchino.
Respecto a Josefina, su vida también vino marcada por la Revolución Francesa aunque con más fortuna que María Antonieta, o, al menos, un final menos trágico. Hija, del conde de Tascher de la Pagerie, capitán de la marina real, nació en 1761. Contrajo matrimonio con el vizconde de Beauharnais a los quince años, fruto de cuya unión nacieron Eugenio y Hortensia. Condenado a muerte su esposo en 1794, fue encarcelada, pudiendo salir de prisión gracias a Tallien y al director Barrás. Una casualidad quiso que conociera al que será su segundo marido, pues al reclamar su hijo Eugenio la espada de su padre al alcalde de París, Napoleón, comenzó la relación entre ambos. El matrimonio se celebró en 1796, logrando Josefina con su influencia que Napoleón fuera nombrado comandante de los ejércitos en Italia. En 1804 fue coronada emperatriz, participando a partir de entonces en muchos actos benéficos. La carencia de hijos en común determinó a Napoleón, inducido por Talleyrand, a divorciarse en 1809. Josefina se retiró a Malmaison, donde falleció en 1814Estas dos mujeres, que han pasado a la Historia por sus vidas y su belleza, han sido la inspiración no sólo de escritores y cineastas sino también de diseñadores de moda. La próxima temporada primavera-verano sus vestidos van a marcar tendencia en la ropa que nos vamos a poner o, al menos, en la ropa que distintos diseñadores han presentado en las pasarelas internacionales. Y de todas esas colecciones que encuentran la inspiración en Maria Antonieta y Josefina yo me quedo con la colección de vestidos de novia para el 2006 que los diseñadores sevillanos Victorio y Lucchino presentaron en Barcelona hace unos meses.
Una colección de vestidos más propios de un desfile de Alta Costura que de una pasarela para vestidos de novia. Con esta colección, los Victorio y Lucchino has superado cualquiera de sus colecciones de prêt a porter y han conseguido reinventarse sin renunciar ni a su etilo barroco ni a la inspiración andaluza, que aparece en algunos volantes y peinetas. Aquí tenéis algunos de esos maravillosos vestidos de novia de ese desfile, del que también hay que destacar el estilismo: los peinados y maquillaje.
Una sevillana en la corte de Luis XVI.
No todos los vestidos eran barrocos, también presentaron diseños más sencillos, como éste de abajo.
Josefina Bonaparte en el siglo XXI. Peinetas y volantes para las fieles al estilo V&L que les ha hecho triunfar.
María Antonieta, Sevilla, año 2006.
También diseños más clásicos pero también preciosos.
En definitiva una colección de trajes de novia maravillosa, digna de una Reina o una Emperatriz. Como dirían los franceses: MERVEILLEUX.
1 comentario:
ETERNAMENTE AGRADECIDA
Era justo lo que necesitaba para mi boda: excelentes diseños modernos inspirados en Josefina.
Soy feliz.
Publicar un comentario