El verano pasado los vestidos estilo babydoll y similares se confirmaron como tendencia. Y eligiendo bien el tejido, el color, el estampado, el tipo de escote (tirantes, manga larga, manga corta, etc.) y los complementos, daban mucho juego: solos con bailarinas, sandalias romanas, sandalias thong, o tacones en todas su variantes también; encima de un pantalón pitillo, sobre otro vestido, o una camiseta de tirantes.
Este verano, la idea del vestidito suelto sigue convenciendo. Y con razón, porque no sólo da multitud de posibilidades, además es lo más cómodo cuando el calor aprieta y, mejor aún: nos permite aprovechar las compras del año pasado. Michelle Williams los sigue llevando este verano, y con mucho estilo. Con el sombrero estilo Panamá y el bolso grande consigue que el resultado no sea ñoño, una de las pegas que la gente suele poner a este tipo de vestidos. La otra es que te hacen parecer embarazada.
Si no sois de las que les veis tantos problemas a este tipo de vestidos y queréis actualizarlos a las nuevas tendencias, la solución es haceros con un cinturón ancho. Aunque también los estrechos valen, eso ya según gustos. A mí las pasadas Navidades los Reyes me trajeron uno que no he dejado de llevar en estos seis meses y que pienso seguir llevando. Mi cinturón, sin ser igual ni de Miguel Palacio, es similar al de la foto de Laura Ponte (me encantan sus zapatos). Y en muchas ocasiones lo he llevado de forma parecida a ella.
Mi versión favorita ha sido: pantalón negro, camiseta amplia estilo marinero en blanco y negro, y mi cinturón dorado y negro a la altura de la cintura. Luego ya, en función de adonde fuera, taconazo, zapatos de cordones en charol, o botas altas.
Esta primavera, los pocos días que no ha hecho frío, me lo he puesto con uno de los vestidos del verano pasado. De momento sobre pantalón, pero ahora que parece que por fin llega el calor prescindiré de ellos, y lo seguiré llevando como la modelo en esta foto. Dos versiones para un mismo vestido.
Eso sí, no cualquier vestido queda bien con cinturón. Pero esa es una de las partes divertidas de vestirse, ¿no?, ir probándose de mil formas distintas lo que una tiene con el fin de aprovechar al máximo el fondo de armario.
La fotos, como estas otras tres, son de Wiksten. Una marca americana que he descubierto con una colección muy pequeña y básica, pero con mucho encanto.
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