Emmy Awards 2006

Ya estamos casi terminando el verano, en las ciudades ya no hay tantos huecos para aparcar y es mucho más fácil encontrarse conocidos en los bares que lo que era hace un par de semanas, El Corte Inglés ha comenzado su tradicional campaña de "La vuelta al cole", y el pasado domingo pudimos disfrutar de la primera alfombra roja de la temporada.

El motivo: la ceremonia de entrega de los Premios Emmy, que tuvo lugar en Los Angeles, y en la que las estrellas de la tele tuvieron que lidiar con el calor para poder lucir sus vestidos, joyas, peinados y maquillajes perfectos.

Por una vez voy a obviar a las horteras, a las cursis, y a las que, por mucho que lo intente, nunca consigo verles el gusto o la elegancia por ninguna parte, aunque sé que son varios los fans. Manías que tengo.

Voy con las que más me gustaron.

No puedo elegir una única de las asistentes a la ceremonia como mi favorita. Y no porque no me llegara a convencer ninguna, sino porque son varias las que me han encantado:

EVANGELINE LILY de Versace.

Desde los Oscars pasados tengo a Versace, el Versace de Donatella, en mejor estima.

Y este vestido en concreto, aunque no sería el primero que elegiría yo viéndolo colgado en una percha, consiguió que Evangeline Lily (Lost) estuviera espectacular. Sexy y elegante al mismo tiempo.

No fue la única que apostó por el azul noche, Megan Mullally (Will and Grace) y Ellen Pompeo (Anatomía de Grey) también lucieron el mismo color y con estilos completamente distintos entre las tres.
No sé quién es el diseñador del vestido de Megan Mullally (izquierda) pero me ha gustado mucho. Sobrio, elegante y favorecedor para el tipo de ella, creo que fue una elección acertada. La media melena lisa y la ausencia de joyas grandes o barrocas hacen el resto, cediendole todo el protagonismo al traje.

Ellen Pompeo (derecha) ha sido de las más criticadas. Su vestido de Galliano no convence, sobre todo debido a la tela que, en mi opinión, es la gracia del vestido, porque con una tela lisa y lasa hubiera estado sosa. De los tres azules es el que menos me gusta, pero ella estaba radiante, y además acertó con el peinado, el maquillaje y las joyas, todo sencillo y natural, siéndo el vestido lo único barroco. No como Charlize Theron, que las dos últimas veces que ha ido de Galliano parecía una caja de bombones, consiguiendo, a pesar de ello, la sorprendente alabanza por parte de los medios de comunicación.

KYRA SEDGWICK de Armani Privé
Otra de mis favoritas de la noche, acertó de pleno apostando por este vestido de la colección de Alta Costura de Giorgio Armani. Le sentaba bien, el color -algo difícil para según qué tono de piel- le favorecía, el vestido está hecho para brillar en una alfombra roja, y, aunque la protagonista de The Closer no es ninguna beldad y parece algo fan del botox, consiguió con la elección del vestido, el peinado y el maquillaje lo que imangino era el objetivo de todas: ser una de las más elegantes y glamurosas, pero de verdad, de la noche.

JULIA LOUIS-DREYFUS de Narciso Rodríguez
La gran sorpresa de la alfombra roja para mí. Tengo a esta actriz grabada en mi memoria con el look de su personje de Seinfeld, así que cuando la vi en las fotos bronceada, sin un peinado desfasado y cutre, y con este precioso vestido de Narciso Rodriguez flipé. Está perfecta. Supongo que es a esto a lo que se refiere la gente cuando habla de la elegancia americana (leáse estadounidense) en contraposición a la europea. Otra de mis favoritas. No fue la única que eligió un vestido blanco. Debra Messing ,de Will and Grace (izquierda), acudió a la ceremonia con un traje de volantes y con cola de Alberta Ferretti del mismo color. Y aunque el vestido no está mal, no me emociona el resultado final, claro que tampoco es que el peinado y el maquillaje (algo cargado para este vestido) ayuden mucho.

Mucho más me ha gustado la opción de Lisa Edelstein, de House (derecha). No sé quién es el diseñador, pero le quedaba como un guante y estaba muy elegante.

MARISKA HARGITAY de Carolina Herrera
La actriz de Ley y Orden fue una de las triunfadoras de la noche en la alfombra roja según lo que he leído en diferentes revistas y periódicos. Lo más alabado su pelo, aunque yo no creo que le favorezca mucho. Y luego su vestido, bonito y muy elegante, aunque no es mi favorita de las que fueron de negro.

Mi favorita de entre las actrices que optaron por el color negro es Calista Flockhart (izquierda y centro), que eligió un vestido de Derek Lamb. Como una vestal griega del siglo XXI, en negro, con el cinturon de piel y juego de transparencias, fue para mí una de las mejores de la noche. Y una de mis favorita, que son cuatro en total.

También Lisa Rinna (derecha) estuvo acertada en su elección del vestido. No me mata la actriz, ni como actriz ni como belleza, y de los tres vestidos negros es el que menos me gusta, pero resulta menos vulgar que otras veces.

KATHERINE HEIGL de Escada
La doctora modelo de Anatomía de Grey se atrevió con el color nude, el que supuestamente iba a ser el color de la temporada, y que sólo lo ha sido, más allá de la pasarela, gracias a los vestidos de Uma Thurman en los Oscars y al de Naomi Watts. La idea no está mal, pero no me ha gustado mucho. Primero porque este tipo de vestidos brillantes y en tonos naturales nunca me han matado (otra manía personal), y segundo porque creo que el peinado y el maquillaje, que sí le favorecen y le quedan muy bien, no pegan con el vestido. Creo que está guapa, y espectacular, que luce tipazo y belleza, y lo hace favorecida. Pero no me convence.
Y para acabar, y de izquierda a derecha, la mujer del actor Steve Carrel, muy elegante de rojo, Sandra Oh de Vera Wang, no me emociona, quizá es menuda para un vestido así, pero me gusta la idea, y Portia de Rossi de Zac Posen, su vestido no me dice mucho, pero me gusta la combinación de colores, vestido marrón con zapatos y cartera rojos, a juego con los labios, y el resultado general es bastante elegante.

Los premios Emmy no tendrán tanta repercusión como los Oscars y los Globos de Oro, pero las chicas de la tele han puesto el listón muy alto, y esta vez sin Carrie, perdón Sara, y compañía, y sin las desesperadas.