Nicole Kidman por ir de rojo, por ir de Nicolas Ghesquière con un vestido precioso del que ni siquiera hemos visto una versión "prêt-à-porter" anterior(¿será un "previo" de su próxima colección?), por pasar de la moda (mandan los años cuarenta sobre la alfombra roja), por deslumbrar con sólo dos brazaletes, y porque, aunque sabemos que abusa del botox y la naturalidad no es su fuerte, estaba elegantísima,
guapa y nada postiza.
Frente a la elección de Nicole, seguramente muy meditada con la inestimable ayuda de L´Wren Scott, parece que es el plan B el que ha llevado a Pe a ser la triunfadora oficial entre las mejor vestidas de anoche. Claro, que todavía desconocemos la versión oficial (al menos yo), y a saber si lo que dijo Pedro Almodóvar era cierto o se coló o qué, porque según sus palabras lo de la cremallera del Galliano estaba arreglado.

En cualquier caso, da igual. Ni Galliano, ni Chanel, ni Dior ni Valentino, ni Carolina Herrera, ni Oscar de la Renta, ni Ralph Lauren.
Penélope Cruz no había elegido mejor un vestido desde que se puso aquel Donna Karan blanco en no recuerdo qué fiesta. Además,
no fue cardada (¿le están llegando las opiniones de que el look Loren le pone años encima? Si es así, mejor). Lo que no estaba tan logrado fue el maquillaje. Y
ni los zapatos de Jimmy Choo ni el bolso hacían justicia a
un vestido impresionante de Versace Atelier, una versión Costura, de la última colección de Donatella.

Con
Reese Witherspoon pudimos disfrutar, antes también del desfile que se celebrará esta semana en París, de otro de los diseños de
Theyskens para Nina Ricci.
La sureña se ha convertido en su musa, y ni el belga ni ella se han equivocado con esta alianza. Aunque es la rubia más legal de Hollywood la que más beneficio saca de esta "asociación".
Vestida de acuerdo con su edad (¡por fin!) con vestidos exclusivos y preciosos (¿a que parece hecho con papel pinocho?), a Reese
ya no se la cuelan.

Otra de las elegantes de la noche fue
Maggie Gyllenhaal de Proenza Schouler, que hacen su primera aparición importante en La alfombra roja con este precioso vestido estilo años cuarenta en azul tinta y negro que le sentaba de maravilla. Siempre clásica,
volvió a ser una de mis favoritas, no sólo por el vestido,
también por el tocado de plumas.
Me encantó.
Cate Blanchett quiso pisar sobre seguro en la alfombra roja, así que hace un mes viajó a París con Giorgio Armani para elegir vestido. Este vestido.
El único vestido de Armani bonito de los que se vieron ayer, porque los de Beyoncé y Katie Holmes eran cursis hasta decir basta. Como siempre, estaba
guapísima y
perfectamente maquillada. La que mejor, en mi opinión. Además las ondas al agua le favorecían, algo de lo que no pueden presumir otras de las que se peinaron así.
Jennifer López no tuvo su noche con el maquillaje, que resultaba terroso, pero acertó con el vestido. Era de
Marchesa, una de sus marcas favoritas, y aunque ha estado más espectacular otras veces, fue de lo mejor que se vió anoche.
Gwyneth Paltrow, sin embargo, le ha vuelto a pasar como siempre. Cuando va bien vestida, como anoche con este
Zac Posen rosa palo, o como
en los Globos de Oro del año pasado, la critican. Y, en cambio, cuando se pone esas cursiladas de princesa como el Ralph Lauren que llevó la noche que ganó el Oscar (que además le sentaba de pena) la suben a los altares. A mí me parece lo contrario, es cuando arriesga cuando gana.
Y ayer estaba espectacular.
Rinko Kikuchi fue, como había anunciado, de Chanel. Un Chanel Alta Costura mucho más discreto que otros que ha llevado, y mucho más soso. Vale, es bonito, pero me decepcionó. Esperaba mucho más de Rinko.
Sí me gustó el moño, más que el de Pe.
También Kirsten Dunst, cómo no, lució un vestido de la última colección de Alta Costura de Chanel. Siempre va vestida de Chanel a los Oscar. El vestido es precioso, a mí me gusta mucho, pero no la acabo de ver con él. No sé si el flequillo que no le favorece;
el maquillaje (¿muy oscuros los labios?), el escote que no le sienta bien, la ausencia de joyas, o qué. Pero, aunque me gustó mucho, no fue de mis favoritas.

Otras tres que me gustaron sin emocianarme fueron:
Kate Winslet (qué mal le sentaba el peinado) con un
Valentino Alta Costura, muy bonito pero soso.
Rachel Weisz con un Vera Wang muy cursi. Le sobra el lazito, y algún volante de la cola.
Aunque, eso sí, estaba guapísima.
Y
Tracey Edmonds, la nueva novia de Eddie Murphy,
de Versace. Me gustó mucho, no tanto como Pe, ni como el blanco de Ellen Pompeo en los Globos de Oro; pero de nuevo Versace, como el año pasado, ha sido una de las firmas ganadoras.

Para acabar, una mención especial a las españolas: Ivana Baquero me decepcionó, estaba
mucho mejor en los Goya.
Maribel Verdú, de Carmen March, iba muy elegante, pero el color no le favorecía mucho, y el maquillaje era muy apagado. Y
Mónica Cruz, de Oscar de la Renta, iba guapísima. Muy clásica, pero muy acertada. Tuvo el honor de llevar el único Oscar de la Renta digno de la noche.
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