Se lleva Visionaire

Y más que nunca. Porque su último número, Sport, ¡se lleva puesto!

Visionaire, la publicación especializada en moda, objeto de culto para muchos y accesible al bolsillo de pocos, se ha puesto a crear moda literalmente. Su último número, que puede comprarse por fascículos, consta de 12 polos de la firma francesa Lacoste (que este año celebra su 75 aniversario) diseñados por diferentes artistas: cineastas, diseñadores de moda, fotógrafos, músicos..., de todo un poco.

A saber: Nick Knight, Karl Lagerfeld, y Michael Stipe (set 1); Inez van Lamsweerde & Vinoodh Matadin with M/M, Thomas Demand, y David Byrne (set 2); Peter Lindbergh, Thomas Ruff, y Pedro Almodovar (set 3, que firman las camisetas que llevan los modelos de la foto); y finalmente, Richard Phillips, TJ Wilcox y Phil Poynter (set 4). Cada set o caja cuesta 250 euros. Si las queréis todas, multiplicad por cuatro. Da 1000 euros.

No os preocupéis por las tallas. En Visionaire han decidido qué camisetas son de la talla pequeña, cuáles de la talla mediana y cuáles de la grande. Cada caja contiene 3 camisetas diferentes, una de cada talla. Así que siempre va a haber al menos una que no te quede bien. ¿Qué hacer con ella? Si no estás dispuesto a regalarla, y no te apetece esconderla en un cajón, puedes enmarcarla. Aunque igual lo de enmarcar ropa y colgarla en la pared como un cuadro es un consejo poco acertado para algunos. No soy experta en decoración. Siempre queda la opción camiseta-pijama, en caso de que la camiseta te quepa. Pero son polos, y los cuellos de Lacoste dan mucho calor en verano. Otra opción, en el caso de que seas tía y la camiseta "sobrante" te quede muy grande, es buscar un cinturón y hacer del polo un minivestido. O sin cinturón. La de Peter Lindbergh (la que lleva el chico de la derecha) es perfecta para llevarla así. A todo esto, Pedro Almodóvar no se ha matado mucho la cabeza para diseñar la suya.

Seguro que es uno de los número que primero se agota. Y aunque no se me ocurre qué más pueden hacer en Visionaire que no hayan hecho ya, según cuenta Stephen Gan, fundador de la revista, en su entrevista con EL PAÍS, "La idea de que una publicación deba estar impresa en papel me parece muy estrecha y limitada. Y si aspiramos a hacer esto otras 50 veces en el futuro tenemos que seguir empujando los límites. Tal vez un número esté hecho con imágenes en el agua. No sé si eso es posible, pero tal vez un día lo sea."

También presume de estar abierto a nuevos talentos: "Damos la bienvenida a cualquiera si su trabajo merece ser publicado. Es nuestro único criterio"; así que, ¿alguna idea?