Mientras Karl Lagerfel reintrepreta Chanel en cada desfile de la mítica casa francesa, Jean Paul Gaultier se reintrepreta a sí mismo: sólo he echado en falta una camiseta, vestido o traje marineno.
Del resto de sus clásicos no ha faltado ninguno: la cazadorea bomber, el traje pantalón, el little black dress, la gabardina y el vestido corsé.
todo muy contenido, incluso sobrio, pese a ser muy Gaultier al mismo tiempo.
En cualquier caso una sobriedad elegante y de lujo.
Muy originales los sombreros, ¿o peinados?, con los que iban tocadas las modelos: de pelo nada menos.
La parte de los trajes de día ha sido la que menos me ha gustado, a excepción de la bomber de cocodrilo, que es todo un capricho.
Creo que la colección ha ido mejorando conforme avanzada. Cada diseño que veía me ha gustado más que el anterior.
Sí que me ha encantado la tanda de vestiditos negros.
Se han visto de varios estilos: más glamuroso, como el de la izquierda, original y 100% Gaultier, como el del medio, y sencillo, como el de la foto de la derecha. Mi favorito el trench-vestido que es, además, el más sexy.
Nunca faltan las pieles en los desfiles del diseñador francés, y esta vez no iba a ser menos.
Las utiliza en vestidos y complementos, pero también para confeccionar estos dos impresionantes abrigos. Me gusta mucho más el de la foto de la derecha. Pero sobre todo me gusta el vestido que lleva la modelo debajo, es precioso.
Los vestidos-corsés de noche, me han encantado. No sabría con cual quedarme. Quizá con el negro del medio, que pese a estar claramente inspirado en la rígida prenda interior femenina, parece tan liviano. Elegantísimo y con un escote muy favorecedor, ha sido uno de mis vestido favoritos.
Claro que los que han salido después tampoco me han decepcionado. Con uno de estos vestidos recogería yo el Oscar. Si fuera actriz, me nominaran y lo ganara, claro. Sobre todo el azul, el otro parece más dificil de llevar, no? ;)
Al igual que conforme el desfile, que ha comenzado muy bien, iba mejorando, también se ha ido volviendo más Gaultier. También tiene el que fue enfant terrible de la moda francesa su universo paralelo. Un universo onírico y surrealista, más sutil que el de otros, y más bello. Los vestidos brillantes, además del de la foto de la derecha había otro similar, me han parecido preciosos. El rosa un capricho para permitirte cuando tienes muchos trajes de noche, pero el marrón de terciopelo con el zorro con piedrecitas, preciosas of course, en los ojos y las orejas cuajadas de lentejuelas, me ha conquistado.
El toque final ha sido una novia sexy y glamurosa con un candelabro como tocado. El vestido es del estilo de otro negro que se había visto antes, también precioso y muy elegante.
Al final, cuando un diseñador repite referencias sin cansar ni aburrir, cuando, colección tras colección, gusta siempre y consigue más fieles a su estilo, es cuando estamos ante uno de los grandes. Y eso es lo que pasa con Jean Paul Gaultier.
Desfile completo en Style.com