Ya
rondan por Internet, gracias al scanner, los anuncios de
Loewe con
Linda Evangelista como imagen de la marca, en la
nueva etapa que ha iniciado la casa de lujo española de la mano de Stuart Vevers. Muy poco originales, la verdad. Aunque se agradece tener a Linda Evangelista de vuelta.
(Pero
va a ser que no, me he dejado guiar por otros blogs, y éste es un anuncio de hace años. Eso sí,
la elegida por Loewe es otra clásica: Stephanie Seymour (todavía no hay imágenes, pero se sabe que el fotógrafo ser Steven Klein). Prada es la firma que trae a Linda Evangelista de vuelta. Se acabó la alianza Prada-Sasha. Estaréis conmigo en que los anuncios de L´Oreal no son lo mismo. Esta segunda información, debería ser veraz, pues la publicó
WWD. Gracias al
Señor Quinquillero por el aviso).

Lo mismo deben pensar en
Vogue Italia, ya que
Steven Meisel la ha elegido como protagonista absoluta para su último reportaje, que más bien parece un homenaje a la top canadiense de origen romano.Todavía lo podéis ven en Style.it, aunque os recomiendo una visita a
Cool & Chic.
Holly, no sólo ha colgado todas las fotos (click sobre ellas para ampliarlas), las ha aprovechado también para
reflexionar sobre la Alta Costura, y las damas de alta sociedad que la sustentaban. Las que
nunca iban de prestado. Como ejemplo de elegancia y de esa forma de vida dedicada al lujo y la belleza que forma parte del pasado, nombra a
Mona Bismarck, una de las más fieles clientas de
Cristobal Balenciaga.

Precisamente este editorial de Meisel me ha recordado
unas fotos tomadas por
Mark Shaw, fotógrafo famoso por las fotos de familia que hizo de John Fitzerald y Jacqueline Bouvier Kennedy, con las que se editó un libro puesto
a la venta tras la muerte del Presidente estadounidense. Sin embargo, Shaw también fue un importante
fotógrafo de moda, que tuvo acceso y supo reflejar ese mundo que HG añora.

Las tres fotos que he subido forman parte de un reportaje realizado en 1960 para la
revista LIFE, en la que Mark Shaw trabajó durante años, que nunca llegó a publicarse. Fueron tomadas en la mansión del siglo XVII propiedad de
Suzanne Luling, directora de los salones de Dior y jefa de ventas en los años cincuenta y sesenta.

Por suerte no quedaron en el olvido, y el archivo de fotos de moda que conserva su único hijo, ha sido objeto de varias exposiciones. Algunas todavía
pueden comprarse en la web de
Svenska Mobler. Desfiles de Dior, backstages de Nina Ricci y Balenciaga, reportajes en mansiones, fotos de estudio. Todas preciosas.
He sabido de ellas gracias a blogs de decoración, cuyas bloggers tienen gustos clásicos (ojo a las paredes moradas de la primera, la tapicería animal print de la segunda, y al biombo y la piel sobre el sofá de la tercera foto: cuatro clásicos de la decoración todavía en boga). Aunque para las amantes de los grandes clásicos de la moda como yo, estas fotos también resultan ser un hallazgo. ¿Se habrá inspirado Meisel en ellas?