Ha llegado el día, por fin he visto las primeras imágenes de la colección de Hedi Slimane para Saint Laurent París en la edición on line y británica de Vogue y toda mi ilusión se ha desvanecido. Con la fe que le he tenido, a pesar de las advertencias. (Click en las fotos para verlas más grandes).
Sigo creyendo que la labor de un diseñador de moda es un recorrido y no puede reducirse exclusivamente a una única colección, también es cierto que Slimane no es el primero en no conseguir hacer de una colección mucho más que un ejercicio de estilismo. Lo que me va a costar perdonarle es que ésta parezca una colección de Gucci, a ratos firmada por Tom Ford (siempre tan inspirado en el trabajo de Yves Saint Laurent) y, lo que es peor, a ratos firmada por Frida Giannini.
Me equivoqué al esperar otra cosa, al esperar algo brillante y perfecto como lo que ha hecho Simons en Dior. No creo que me equivoque al pensar que esta poca imaginativa interpretación del estilo sexy setentero, de los esmóquines (Ghesquiere, Elbaz y Simons se lo han muy difícil con sus propias versiones esta semana de la moda), de las pamelas y de la colección safari con guiños al lejano oeste, convencerá a muchísimas famosas y estilistas. Y si la moda es negocio y Slimane consigue vender, ¿qué más puede pedir Pinault?
Fotos GoRunway vía British Vogue.